La Cacería

Una de esas charlas de la vida, en donde los dos no nos conocíamos… pero, yo me di cuenta enseguida de lo que estábamos hablando… un tema clave, amigos… “La Cacería”.

Esta vez voy a novelar un poco las cosas. Creo que describirá el asunto mucho mejor.

A veces vagás por ahí sin búsqueda de nada, venís en otra sintonía, y ahí aparece una presa. Está tan tranquila pastando… de reojo sabe que tiene a un cazador de lado. Casi lo percibe, y gira para poder tener una idea de la situación. Por ahora solo se maneja por intuición.

Los primeros movimientos, serán como una danza.

Ambos se conocen, se miran a los ojos, e intercambian miradas cómplices.

Sabés que no es como el resto de las presas. Tiene otro aroma, a puro pecado, a puro bardo. El banquete será en grande. Entonces el cazador agudiza sus sentidos.

La presa esta acorralada. Sin embargo hace sus primeros intentos de huida.

Te mira, una sonrisa cómplice. Un histeriqueo nefasto y comprador. Y entonces se presta a correr.

Y ahí amigos, es el principio del fin, porque, la cacería de una presa fácil, no tiene gracia. Pero bien, estas piezas únicas…. Valen la pena.

Porque…. Roma no se construyo en un día. Una presa que valga la pena tampoco. Lleva tiempo, estrategia, y mucho dominio.

Una salida o dos, tres o más. La dejás que corra…. Dejás que se sienta libre, solo para emboscarla peor.

Hasta que llega el momento que se vuelven a fundir… Cazador y presa. Ambos roles ya se invierten. El cazador es presa, ya que la victoria es su mayor objetivo. La presa es cazador, queriendo ser aún mas astuta.

Laten corazones. Adrenalina. El mundo se paraliza alrededor de ambos.

Si la presa cae, es que quiso. No hay cazador tan astuto.

Si el cazador la deja huir. Es que no quiso atraparla, se dio cuenta que ya aprendió en el camino más de lo suficiente, y prefiere ver su belleza al correr. Libre.

Empieza la danza…… elegí tu lado…… si sos cazador o cazado.

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